miércoles, 10 de abril de 2013

Salud y Nutrición

Resumen de ideas vistas en clases de salud y nutrición! 




DIAGNÓSTICO DE LAS ENFERMEDADES

§  Sólo después de una cuidadosa interpretación de los síntomas de una enfermedad (sintomatología) y de sus signos (semiología) el médico podrá identificar la enfermedad (diagnóstico), establecer su origen (etiología), analizar el modo la causa morbosa actúo sobre el organismo (patogenia) y juzgar la trascendencia que pueda tener para el futuro del individuo afectado (pronóstico).

HISTORIA NATUAL DE UNA ENFERMEDAD

§  Las enfermedades como procesos activos y variables dependen de múltiples factores interdependientes. Por ello se ha dicho que no hay enfermedades, sino enfermos.
§  Pueden existir enfermedades que no ofrezcan síntomas, sólo signos; o sea, que cursen sin sensaciones percibidas por el propio enfermo, de ahí la importancia del chequeo médico. Del mismo modo, también existen enfermos con síntomas en los que no se aprecian los signos. Es muy fácil tildar a las personas de hipocondríacas o histéricas.
§  Teniendo en cuenta su forma de evolución, se distinguen dos grandes grupos de procesos: los agudos y los crónicos. Las enfermedades agudas son todas aquellas que alcanzan su apogeo con celeridad y, en general, se acusan por la especial espectacularidad de sus síntomas. Las enfermedades crónicas son más largas, con persistencia de los síntomas durante mucho tiempo.
§  En toda enfermedad se distinguen tres periodos:
De incremento: que se extiende desde el principio del mal hasta que éste adquiere su mayor intensidad sintomática.
Estacionario: en el que las manifestaciones continúan sin gran variedad.
De declive: que se extiende hasta la curación.

LOS SÍNTOMAS DE LAS ENFERMEDADES

§  Los síntomas sólo son una vertiente de las enfermedades, sus manifestaciones objetivas: lo que siente y sufre el propio enfermo. Pero junto a esta faceta, todo diagnóstico se basará siempre en los signos o manifestaciones objetivas, y éstos sólo pueden ser apreciados o valorados por el médico.
§  En todo dolor podemos describir las siguientes características fundamentales:
1)      Carácter: Puede ser de quemazón, punzante, de compresión, de expansión, de desgarro, etc.
2)      Intensidad: Se debe considerar las características del paciente: personalidad afectiva, estado psíquico, etc.
3)      Localización: Si es localizado, difuso, único o múltiple.
4)      Irradiación: Zonas en que se manifiesta.
5)      Duración.
6)      Frecuencia. Es decir, si es continuo.
7)      Factores que lo alivian o agravan: Por ejemplo, el frío, la humedad, el calor, etc.


Análisis de sangre más comunes

Tipo de análisis
Procedimiento técnico
Importancia diagnóstica
Valores normales
Determinación de la hemoglobina.
Existen varios métodos, usándose una medida comparativa de la sangre diluida con una solución estándar.
Las cifras bajas de hemoglobina indican la presencia de una anemia, generalmente por falta de hierro.
14 a 16 g por 100 cc de sangre = 80 a 95%
Recuento de glóbulos rojos (hematíes).
Una pequeña fracción de sangre se introduce en una cámara especial que se examina al microscopio para el cómputo de las células.
Las cifras bajas de hematíes indican la presencia de una anemia de cualquier tipo.
En el hombre: 4.5 a 5 millones por mm3. Mujer: algo menos.
Recuento de glóbulos blancos (leucocitos).
Una fracción de sangre se introduce en una cámara especial que se examina al microscopio para el cómputo de los elementos celulares.
Las cifras altas indican la existencia de una infección generalmente purulenta.
Las   cifras bajas aparecen en ciertas enfermedades infecciosas (tifoidea) o en las de la médula ósea.
5000 a 8000 por m3 de sangre.
Fórmula leucocitaria.
Una gota de sangre se extiende en fina película sobre un cristal. Una vez teñidos con colorantes especiales se examinan al microscopio las diferentes clases de leucocitos.
La proporción porcentual de los diferentes tipos de leucocitos se altera en muchos procesos (infecciones, alergias, etc.).
Neutrófilos 60 a 70%.
Eosinófilos: 1 a 3%.
Linfocitos: 20 a 30%.
Monocitos: 3 – 6%.
Tiempo de coagulación.
Se trata de determinar el tiempo que tarda la sangre en coagularse fuera del cuerpo humano, en ausencia de todo tejido orgánico.
Muy importante para diagnosticar las diátesis hemorrágicas (hemofilia, etc.).
5 a 8 minutos.
Tiempo de hemorragia.
Se trata de determinar el tiempo que tarda la sangre en dejar de brotar espontáneamente después de una punción de la piel.
Importante también para diagnosticar las diátesis hemorrágicas.
1 a 3 minutos.
Tiempo de protrombina.
Es una prueba similar a la del tiempo de coagulación, pero añadiendo a la sangre algunas sustancias.
De importancia capital como guía de la coagulabilidad de la sangre en el interior vascular. Imprescindible durante los tratamientos con anticoagulantes para prevención de la trombosis.
10 a 14 segundos = 100%.
Durante los tratamientos con anticoagulantes interesa bajar estas cifras al 70% o menos.
Velocidad de sedimentación de los hematíes.
Se coloca sangre incoagulable en un tubo de cristal muy fino. Los glóbulos rojos se sedimentan con mayor o menor velocidad; se mide en mm el volumen sedimentado a la hora y a las dos horas, en el tubo usado.
Es una prueba muy sencilla y sumamente útil. Aumenta con las infecciones e inflamaciones y durante el embarazo normal.
De 3 a 8 mm a la 1ª hora; alrededor del doble a la 2ª hora.

Nivel de alcohol (alcoholemia)
Determinación química de la cantidad de alcohol en la sangre.
La sensibilidad al alcohol varía individualmente. En caso de accidentes de tránsito, hasta 0.8 no hay irresponsabilidad; de 1 a 1.5 la capacidad de reflejos está disminuida; más de 1.6 indica un estado de alcoholismo agudo.
0.03 g por 1000 g de sangre.
Esta cifra se tiene en ausencia de toda ingestión de alcohol.
Determinación de proteínas en la sangre.
Análisis químico cuantitativo de proteínas en el plasma.


Es un análisis fundamental, pues numerosas enfermedades crónicas (malnutrición, mal absorción, afecciones de riñón, hígado, etc.) cursan con alteraciones proteínicas.
Proteínas totales: 6.5 a 7 g por 100 cc de plasma.
Determinación de la urea.
Análisis químico cuantitativo.
Es un valor cuyo aumento indica siempre una alteración del medio interno; por ejemplo, una insuficiencia renal.
Entre 20 y 40 mg por 100 cc de sangre.
Determinación del colesterol.
Análisis químico cuantitativo.
Es un valor que últimamente ha adquirido gran importancia por su relación con la arterioesclerosis.

De 150 a 250 mg por 100.
Determinación del ácido úrico.
Análisis químico cuantitativo.
Aumentado en caso de gota y en otras enfermedades.
De 3 a 5 mg por 100 cc.
Determinación de la glucosa.
Análisis químico cuantitativo.
Aumento en la diabetes.
De 80 a 120 mg por 100 cc.
Determinación de creatinina.
Análisis químico cuantitativo.
Se aumenta en casos de insuficiencia renal.
0.5 a 1.5 mg por 100 cc.

 
 

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