Concepto de Psicomotricidad
La psicomotricidad
es una disciplina
que, basándose en una concepción integral del sujeto, se ocupa de la
interacción que se establece entre el conocimiento, la emoción,
el movimiento y de su importancia para el desarrollo de la persona, de su
corporeidad, así como de su capacidad para expresarse y relacionarse en el
mundo que lo envuelve. Su campo de estudio se basa en el cuerpo como
construcción, y no en el organismo en relación a la especie.
FACTORES QUE
FAVORECEN SU DESARROLLO
Corresponden
a los factores genéticos, maduracionales y ambientales.
Genéticos:
Existen
patrones, que señalan la secuencia del desarrollo psicomotriz de acuerdo a las
leyes:
Céfalo
caudal: Desde
la cabeza hacia los pies. A comienzo de
la edad de los bebes existe un mayor movimiento en la cabeza que en otras
partes del cuerpo.
Próximo
distal: Desde
el centro del cuerpo hacia los extremos. Al alargar la mano hacia un objeto, el
bebé utiliza los hombros y los codos antes de las muñecas y los dedos.
De diferenciación: Movimientos globales a
movimientos segmentarios. Las actividades predecibles son las que dan paso a
las actividades masivas y específicas.
Maduracionales
La
maduración permite preestablecer los hitos o los momentos en que el niño estará
capacitado para ejecutar determinadas acciones, no importando la cultura a la
que pertenezca. Este factor determina el momento en que se debe iniciar un
aprendizaje específico. Existen habilidades innatas que se irán desarrollando
mas o menos a la misma edad en todos los
niños (sentarse, pararse, caminar), y otras que requieren del aprendizaje (andar
a caballo, nadar, andar en triciclo)
Factores ambientales
Las
oportunidades de acción, ejercitación o entrenamiento, serán decisivas para la
posibilidad de ejecución de determinadas acciones.
Las
habilidades se logran solo con la ejercitación de las acciones.
La
estrategia que permitirá la ejercitación de las habilidades psicomotrices, es
por excelencia el juego.
Rol de la familia
El
apoyo, la estimulación, la guía oportuna de la familia son determinantes para
el desarrollo adecuado de la psicomotricidad, así como lo son la escuela y las
instituciones de salud, estas últimas más que todo en detección de alguna
dificultad en esta área del desarrollo.
3.LACTANCIA, de 0 a 12 meses:
Los tres primeros meses, son el momento de
más pasividad, el bebé pasa mucho tiempo dormido, aunque se van dando cambios
que serán básicos para su desarrollo posterior.
En estos primeros meses no hay control de la
cabeza, tumbado boca abajo sólo la levanta para cambiarla de lado. Gracias al
reflejo de presión palmar, coge fuertemente cualquier objeto, que se le da en
las manos y su postura casi siempre es en flexión.
En el segundo trimestre, consigue el control
cefálico cuando le sentamos, el reflejo de presión va desapareciendo dando
lugar a la prensión voluntaria encontrándose las manos más abiertas. Las
posiciones más utilizadas por él serán tumbado y sentado en una hamaca, pero
necesita ayuda.
Su mayor triunfo desde los 6 a los 9 meses es
la posibilidad de conseguir la posición de sentado /a sin apoyo y con
equilibrio, posee un tono muscular normal; tumbado boca arriba es capaz de
girar sobre sí mismo quedando boca abajo para poder pasar a la posición de
cuatro patas; todavía no gatean, pero sí muchos se arrastran.
Su prensión es más efectiva, suelta y
coge a modo de juego repetitivo. Señala, aplaude, da golpes, manipula objetos
con las dos manos. Le gusta la música, y si le estimulamos convenientemente
puede ser capaz de moverse y bailar.
Su esquema corporal está ya desarrollado,
tiene una buena coordinación ojo-mano, le permite coger con
intencionalidad, perfecciona la pinza pulgar-índice con el hecho de coger
objetos pequeños; poseerá la capacidad de sujetar un lápiz haciendo garabatos
sin control ni movimiento ni del espacio en que los realiza. Intentará manejar
sólo la cuchara, querrá beber en vaso aunque que quizá no pueda hacerlo solo.
ETAPA de los 12 a los 24 meses:
Etapa egocéntrica por excelencia; el cuerpo
es el punto de referencia para asimilar el mundo que le rodea. Hace suyos todos
los objetos a su alcance, los inspecciona y chupa introduciéndose éstos en la
boca. Disfruta manipulando y esta acción constituye una actividad en sí misma.
Sus manos son más hábiles, tiene buen manejo de sus dedos al igual que una buena
coordinación óculo-manual.
Comienza el aprendizaje de las destrezas
psicomotrices consiguiendo la bipedestación, posición. Al final de la etapa el
infante será capaz de reaccionar con movimientos compensatorios cuando pierde
el equilibrio y ejercitará la marcha en todas sus variantes: caminará hacia
atrás, jugará a la pelota, subirá escaleras a gatas y luego con ayuda, etc.
Su prensión será más fina y precisa, disfruta
dibujando, en general los juegos motrices con cubos, encajes,
construcciones..., atraerán su atención de la misma manera que todos los
movimientos que impliquen la totalidad del cuerpo como subir, bajar, trepar,
correr... le proporcionarán gran placer comenzando a ser ésta una buena forma
de conocer y descubrir el espacio y su entorno.
Al finalizar esta etapa comenzará el control
de esfínteres.
4. PRIMERA INFANCIA, de 2 a 4 años:
Comienza el control
de las posturas tumbado, de pié, sentado y a gatas es apropiado: empieza a
conseguir habilidad estando en cuclillas y no pierde el equilibrio durante la
marcha.
Sube y baja escaleras alternando los dos
pies, trepa a sillas y butacas, anda de puntillas y coordina movimientos
adecuados para andar en triciclo. Salta con los dos pies y cerca de los tres
años puede hacerlo con uno sólo mostrando buen equilibrio.
Logra una buena manipulación, usa tijeras,
ensarta en cordeles, utiliza mejor la punta de los dedos, comienza a mostrar
predominancia lateral en algunas acciones, aunque algunos no definen su lateralidad
hasta los 6-7 años.
La marcha segura y las destrezas que consigue
le conceden más independencia y autonomía, aunque después de realizarlas
buscará de inmediato el apoyo de un adulto, al cual imita en todo momento.
Establece más relaciones sociales con sus
padres y es capaz de esperar turno para jugar o realizar cualquier otra
actividad de su interés.
Al final del tercer año empieza a conseguir
el control de esfínteres durante la noche.
5. SEGUNDA INFANCIA, de 4 a 6 años:
El crecimiento será casi constante hasta los
siete años, las estructura ósea seguirá madurando, por lo cual habrá que
atender de manera importante la nutrición, influirá en el crecimiento óseo,
grosor, forma y número de huesos del cuerpo, además del desarrollo dental.
La característica ha resaltar es el aumento
de las habilidades en la ejecución de todas las destrezas psicomotrices. El
sentido del equilibrio bien desarrollado le permite sentirse más confiado de
sus posibilidades motrices.
Se animará a realizar proezas y acrobacias
sin tener en cuenta los peligros; lo cual tiene un lado negativo, pues puede
sufrir un pequeño accidente que puede atemorizar tanto a los padres como al
niño /a, coartando su actividad. No deberíamos permitir que esto sucediera, los
accidentes son situaciones fortuitas que a veces, tomando precauciones, podemos
evitar.
Mas destrezas son: lanzar la pelota con una
trayectoria definida, son mucho más complejas requiriendo equilibrio dinámico y
direccionalidad, acciones encadenadas que implican habilidades de las que el
niño carece a esta edad.
Con algunas actividades el niño disfruta,
actividades como moldear, construir, recortar, dibujar, aunque no existe
perfección en los movimientos de sus manos y a dar trazos que el desea dar.
Por lo tanto, nos damos cuenta de lo
importante que es el movimiento en sí y su evolución en el desarrollo infantil.
Es por eso por lo que la Psicomotricidad debe de estar incluida en el ámbito
educativo, una educación que se realiza dentro del marco escolar, trabajando
con grupos en un ambiente enriquecido por elementos que le estimulen a
desarrollarse gracias a la actividad motriz y al juego.
Esto es para apoyo, de la clase pasada hoy dia!
saludos niñas!
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