Carrera:
Técnico en Educación Parvularia
Asignatura: Psicología Evolutiva del
Párvulo
Profesora: Andrea Meyer Concha
Noviembre, 2011
Observación
Conductual
Constituye
un método directo de recogida de información, centrado en las conductas
externas y que permite recoger esa información en el medio natural del niño.
Esto tiene su importancia, tanto para la realización del análisis funcional
previo a la intervención, como para la evaluación de su eficacia.
Kent y Foster comparan la observación conductual con una fotografía (ambos son fieles reflejos de la realidad, pero solo una opción entre las muchas posibles que hay de reflejarla) El procedimiento utilizado en la observación (parámetros, momento), determinará el tipo de realidad conductual que se refleja.
Kent y Foster comparan la observación conductual con una fotografía (ambos son fieles reflejos de la realidad, pero solo una opción entre las muchas posibles que hay de reflejarla) El procedimiento utilizado en la observación (parámetros, momento), determinará el tipo de realidad conductual que se refleja.
Entrevista Semiestructurada
Su objetivo primordial es ofrecer uniformidad en la
recopilación global de los datos a
observar. Esto es fundamental a la hora de realizar una observación conductual. En la psicología clínica, este tipo de entrevista
puede ser una herramienta de apoyo a la hora de identificar los síntomas más
importantes y realizar una derivación útil a la hora de tomar decisiones
concernientes a la medicación.
En la práctica se usa una mezcla de ambas (estructurada y
semiestructurada), ya que no se excluyen, sino que se complementan mutuamente.
Una entrevista excesivamente dirigida puede implicar una falta de espontaneidad y llevar a un
diagnóstico basado más en los conocimientos
del entrevistador que en la realidad del entrevistado. Por el contrario,
una entrevista demasiado libre, puede conducir a que "el entrevistador
pierda el control de la misma y se convierta en un mero espectador de lo que el
entrevistado ofrece". En cualquier caso, el entrevistador debe mantener
siempre el control de la entrevista; si en algún momento lo pierde, debe saber
reconocerlo y retomarlo mediante maniobras como volver a temas superficiales.
a. Historia prenatal y perinatal: Se analiza la situación familiar en que nació el
paciente, si el embarazo fue deseado y planeado, el estado emocional de la madre
durante el embarazo, si hubo patología materna o fetal durante la gestación,
tipo de parto, condición del niño al nacer (si se puede,
consignar el APGAR).
b. Primera infancia (desde el nacimiento hasta los tres años): Se debe
investigar sobre la calidad de la interacción madre-hijo durante el desarrollo psicomotor del niño
(durante el aprendizaje del comer, control de esfínteres, etc.), y la
existencia de problemas en esta área. Debe analizarse sobre el entorno familiar
del infante, condiciones socioeconómicas, relación con sus padres y hermanos,
etc. La personalidad emergente del niño es de crucial importancia, deben
recopilarse datos además de su capacidad de concentración, de tolerancia a la frustración o de posponer gratificaciones, etc.
En resumen, deben explorarse fundamentalmente las áreas de: Hábitos de alimentación, desarrollo temprano, síntomas de problemas de
comportamiento, personalidad infantil, fantasías o sueños primeros o
recurrentes.
c. Infancia media (de 3 a 11 años): Se deben evaluar factores tan
importantes como identificación del sexo, los castigos habituales en casa y las
personas que ejercían la disciplina e influyeron en la formación de la conciencia
temprana. Se deben consignar las primeras experiencias escolares, cómo le
afectó la separación con la madre. Preguntar sobre las primeras amistades y
relaciones personales. Dentro de la relación escolar se deben describir los
patrones tempranos de asertividad, impulsividad, agresividad, pasividad, ansiedad
o conducta antisocial. También es importante la historia del aprendizaje de la lectura y del desarrollo de otras habilidades intelectuales y motoras. Debe explorarse a la ves la presencia de
pesadillas, fobias, enuresis, masturbaciuón excesiva.
Manejo
Conductual
Acciones (e inacciones conscientes),
en la que los maestros y padres se involucran para aumentar la probabilidad de
que los niños en forma individual y grupo desarrollen conductas efectivas que
sean en lo personal autosatisfactorias , productivas y socialmente aceptables.
Debe estudiarse, planificarse y
evaluarse de manera objetiva considerando todas las variables: el individuo o
grupo cuya conducta está siendo estudiada, la conducta, el ambiente, la aplicación
individual de la intervención y el propósito de esta. El manejo de conducta
debe ser individualizado.
La autodisciplina es la meta de todo
manejo conductual. Requiere del esfuerzo.
El progreso de la autodisciplina , la
madurez, aprendizaje y crecimiento se mide por longitudes de tiempo que
aumentan lentamente entre las ocurrencias de la conducta inaceptable exhibida
por un niño.
Principios
del Manejo Conductual
Corresponden a Principios del Reforzamiento, que son un
conjunto de reglas que deben aplicarse en el proceso de Manejo Conductual.
1.- El
reforzamiento depende de la exhibición de la conducta en blanco.
Al cambiar una conducta es preciso
reforzar sólo aquella que pretende modificarse refuercen otras conductas.
Ej. Pág. 20
Si deseamos modificar una conducta
específica debemos tan solo reforzar esa conducta, solo después que se exhiba.
2.- La
conducta en blanco debe ser reforzada inmediatamente después de exhibirse.
La importancia de presentar el
elemento reforzador inmediatamente después que se exhibe la conducta deseada no
podría exagerarse, muy válido en la fase inicial. Las conductas inadecuadas
ocurren de vez en cuando. Si en un
programa de intervención planificada los reforzadores tardan, pueden reforzarse
por accidente, conductas no intencionadas (en vez de la conducta en blanco),
aumentando así la probabilidad de que una conducta no intencionada se
manifieste en el futuro.
Pág. 21
Cuando se intenta establecer una nueva
conducta o aumentar la frecuencia de una ya existente, es preciso reforzarla
tan pronto como se exhiba.
3.- Durante
las etapas iniciales del proceso de cambio de conducta, la conducta blanco se
refuerza cada vez que se exhiba.
Si se pretende mantener una condycta
recién adquirida en la frecuencia apropiada, el reforzador deberá utilizarse
cada vez que dicha conducta se exhiba. Se suele reforzar conductas nuevas, pero
aún no habituales, con tal inconsistencia y con tan poca frecuencia, que el
niño se confunde y la conducta blanco se establece como parte de su repertorio.
Ej Pág. 22.
Una conducta recién adquirida no
condicionada, o no completamente un hábito, no puede mantenerse cada vez que se
exhiba. El reforzamiento consistente es esencial durante las primeras etapas
del proceso de cambio.
4.- Cuando
la conducta blanco recién adquirida alcanza un nivel de frecuencia satisfactorio,
se refuerza inmediatamente.
Aunque
suene una contradicción al P. 3, no lo es. El modificador de conducta
debe ser consistente en la aplicación del reforzamiento inconsistente
(intermitente) después que la conducta blanco se establece. Es necesario para
que una conducta recién adquirida pueda
establecerse con firmeza y volverse automantenida.
Una vez que la conducta blanco se ha
establecido a un nivel satisfactorio, la presentación del reforzamiento se
cambia de continuo a intermitente. Este cambio en la presentación del
reforzador, aumenta la probabilidad de que la conducta adquirida se
mantenga. El niño al que se le está
modificando la conducta no sabe con exactitud cuando recibirá el reforzamiento,
pero sabe que ocurrirá, la conducta blanco seguirá exhibiéndose.
5.-
Los reforzadores sociales siempre se
aplican con reforzadores tangibles.
Todo reforzamiento debe incluir la
presentación simultanea de reforzadores sociales y tangibles. El objetivo final
de la modificación es ayudar al niño a ejecutar la conducta blanco no por una
recompensa tangible sino por logro personal. Si el proceso de modificación es
eficaz, la conducta se mantiene por la autosatisfacción, el reforzamiento
social ocasional y las recompensas tangibles retardadas. Si se usan
reforzadores tangibles, siempre es importante hacerlo con los sociales.
CONCEPTO DE
REFORZADOR
Corresponde al estímulo que refuerza una conducta. Es cualquier consecuencia o
acontecimiento que, cuando se hace contingente respecto a una respuesta previa,
aumenta la probabilidad de que esa respuesta aparezca de nuevo en el futuro.
El reforzador, igual que los estímulos aversivos se define en función de
su efecto sobre la conducta, no por sus características inherentes. Es decir,
aunque un estímulo pueda ser considerado en general como reforzador no lo será
en los casos en que no haga más probable una conducta. Por ejemplo, la comida
suele ser considerada como reforzador, pero para una persona que padece anorexia sería un estímulo aversivo.
La definición de reforzador se ha considerado a veces como circular: el
reforzador es lo que refuerza la conducta; si la conducta es reforzada por un
estímulo es que éste resulta reforzador.
ECONOMIA DE FICHAS
Economía de fichas
Economía de fichas
Es un caso especial de la
aplicación del refuerzo y de la extinción. En vez de utilizar los premios o
reforzadores directamente, se emplean fichas que después se intercambiarán por
una variedad de actividades agradables y bienes de consumo. Los privilegios
utilizados como premio sólo podrán obtenerse a través de fichas y, si es
necesario, las conductas indeseables se eliminan empleando la técnica de la
pérdida contingente de las mismas. Sus ventajas son claras: es un sistema
independiente del estado momentáneo de
deprivación, evita el problema de
la saciación, no interrumpe la conducta y enseña autocontrol (demora del
reforzamiento). Implica cuatro pasos:
1. La definición específica y
clara de los objetivos.
2. Elección de diversos
incentivos o premios a los que se podrá acceder mediante la realización de
conductas específicas, y fijación de “precios en fichas” para cada uno de
ellos.
3. Uso y cambio “monetario” de
las fichas como incentivo.
Deberemos tener en cuenta que:
• Las fichas deben administrarse
una vez realizada la conducta, y con la mayor
inmediatez posible.
• El tipo de fichas (puntos,
estrellas...) dependerá de las características del individuo.
• La persona ha de poder elegir
entre diversos premios para intercambiar.
• Debe mantenerse un equilibrio
entre las fichas que se ganan y las que se gastan.
Que no cueste demasiado y se dé
por vencido; que no cueste tan poco que se pueda llegar a saciar.
• El precio de los premios debe
estar ajustado a la frecuencia de su consumo, a las preferencias de la persona
y a su coste económico. También se tendrá en cuenta la numeración que la
persona conozca.
• Es conveniente fijar cuándo se
van a hacer los intercambios y estipular un sistema de ahorro (todos los días
puedo obtener pequeños reforzadores y ahorrar para conseguir un refuerzo
mayor).
Por ejemplo, María se hace
siempre la remolona para ir al colegio, no siempre hace los deberes y no ayuda
en casa.
Conductas objetivo
Precio intercambio
(puntos/fichas/estrellas...)
Sentarse a desayunar ya arreglada
a las 8:40h. ........... 55
Dejar las cosas del desayuno en
el lavaplatos ............... 15
Hacer la cama antes de ir al
colegio........................... 25
Salir a las 9:00 al colegio
......................................... 45
Hacer los deberes
.................................................... 60
TOTAL.....................................................................
200
PUNTOS POSIBLES: diario = 300
AHORRO OBLIGATORIO: diario = 75;
semanal = 250; mensual = 200
315
GASTO POSIBLE: diario= 225;
semanal
150 diario chicle = 10
tele: 1 hora= 35
2 horas= 70
música: 1 hora= 35
2 horas= 70
200 semanal salir el sábado a los
scout
3 meses = 600 Elegir uno entre:
pendientes
anillo
CD
Parque de atracciones
6 meses=1.200 Elegir entre
camiseta = 995
pantalón= 1.000
Fin de semana de excursión
Extinción
Es un procedimiento para hacer que una conducta disminuya o incluso
desaparezca. En términos educativos se usa contingentemente a conductas no
deseables.
El procedimiento de la extinción consiste en la omisión de recompensa
ante la conducta cuya desaparición se está trabajando.
Ejemplo: supongamos que un niño se niega a comer. Los padres, con buena
voluntad y sin darse cuenta, están reforzando la conducta al prestarle atención
(aunque sea para insistirle y reñirle), con lo que la conducta aumenta o, al
menos se mantiene. La técnica de la extinción sería no prestar atención al niño
cuando se niega a comer para no reforzar, la falta de atención propiciaría que
la conducta desapareciera.
Ejemplo 2:
Cuando llega una visita Alfonso hace “tonterías” y sus padres le
dicen:“Estate quieto”, “Es que no paras ni un momento”, “Deja de hacer
tonterías”, etc., proporcionándole recompensas de atención que hacen que la
conducta de “hacer tonterías” aumente. Bastará con suprimir la atención que los
padres prestan a ese comportamiento (y por el contrario prestarle atención a
conductas contrarias positivas) para que Alfonso reduzca de forma gradual el
comportamiento indeseable.
Para reducir la
conducta, la extinción tiene varios efectos importantes que hay que tener en
cuenta:
1-La conducta que está sometida a extinción puede aumentar en intensidad, frecuencia y duración al principio del proceso (justo cuando procedemos a la retirada del reforzador) y antes de empezar a disminuir. De esta forma las pataletas pueden hacerse más violentas, frecuentes y duraderas el inicio de la extinción.
2-La extinción puede producir temporalmente conducta emocional como conductas agresivas o destructivas.
3-La conducta que se ha extinguido y ya no es reforzada, puede ocasionalmente volver a ocurrir. Es lo que se conoce con el nombre de "Recuperación espontánea".
1-La conducta que está sometida a extinción puede aumentar en intensidad, frecuencia y duración al principio del proceso (justo cuando procedemos a la retirada del reforzador) y antes de empezar a disminuir. De esta forma las pataletas pueden hacerse más violentas, frecuentes y duraderas el inicio de la extinción.
2-La extinción puede producir temporalmente conducta emocional como conductas agresivas o destructivas.
3-La conducta que se ha extinguido y ya no es reforzada, puede ocasionalmente volver a ocurrir. Es lo que se conoce con el nombre de "Recuperación espontánea".
Modelado
Consiste en dar a la persona la
oportunidad de observar en otra persona significativa para él, la conducta
nueva que se desea conseguir. El observador debe copiar la conducta que le
presenta el modelo inmediatamente o tras un intervalo de tiempo muy breve.
Este procedimiento se usa en la
adquisición de nuevas conductas, eliminación de respuestas inadecuadas a través
de la observación de la conducta apropiada, y como forma de suprimir miedos o
fobias.
Moldeamiento
Para incrementar una conducta se debe esperar hasta que el niño la exhiba.
Cuando la conducta ocurre debe recompensarse de inmediato con un reforzador
potente.
El moldeamiento es el reforzamiento sistemático e inmediato de
aproximaciones sucesivas a la conducta
blanco hasta que esta se instituye. Se usa para establecer conductas que el
individuo no ha exhibido.
La conducta que se selecciona luego de ser exhibida debe ser
especificada, en niños con problemas conductuales es productiva, por ese motivo
debe tener significado para el niño desde su punto de vista de su vida actual y
de su nivel de desarrollo.
Reforzamiento de conductas deseadas
Cuando la conducta recién
adquirida o que se daba con poca frecuencia alcanza unos niveles aceptables y
está estabilizada deberemos pasar de un programa de reforzamiento continuo
(reforzar cada vez que ocurra la conducta) a uno de reforzamiento intermitente (reforzar de vez en cuando).
Este cambio ha de hacerse lenta y gradualmente para no provocar que la persona
deje de responder a la conducta que ya se estaba estabilizando.
Los procedimientos que hacen que
las conductas se mantengan por tiempo indefinido una vez adquiridas y sin
necesidad de que las reforcemos continuamente son el reforzamiento intermitente
y el encadenamiento. Estos procedimientos hacen que las recompensas y premios
sean lo más naturales posibles.
3.1. Reforzamiento intermitente
Consiste en presentar el
reforzador de manera discontinua, o sea, que no se refuerzan todas y cada una
de las respuestas del sujeto, sino solamente algunas de ellas.
Podemos utilizar como criterio
tanto el número de respuestas dadas (de razón o número) como el tiempo
transcurrido desde el último premio (de intervalo). El paso del reforzamiento
continuo de la conducta al intermitente debe ser gradual, para evitar que la
persona deje de responder.
Encadenamiento
Consiste en recompensar a la
persona tras la realización de una serie de conductas engarzadas unas con
otras, formando una cadena natural de actividades.
Por ejemplo, podemos hacer que la
merienda se convierta en el último eslabón de la conducta (por lo tanto en
recompensa o premio) si primero deja las cosas del colegio en su cuarto y
después se pone las zapatillas de estar en casa y se lava las manos.
Este procedimiento puede
utilizarse para que adquiera nuevas habilidades (descomponiendo esa conducta en
pasos, que se enseñarán mejor si empezamos por el último de la cadena) o para
ensamblar las conductas del niño de modo que constituyan cadenas y conseguir
así que esas conductas se mantengan de forma natural (como procedimiento para
mantener la conducta).
Reforzamiento de conductas
incompatibles
Es un método complementario de
cualquier intento de eliminar una conducta problemática.
Se basa en la administración de
recompensas de forma continua a aquellas conductas que son incompatibles con la
que se quiere suprimir y en no aplicar ningún tipo de consecuencia a la
conducta que se quiere eliminar (ignorarla). El aumento de la conducta alternativa
incompatible conlleva una disminución de la conducta indeseable. Por
ejemplo, y siguiendo el ejemplo de la Extinción, hacer caso a Alfonso en el
momento en que esté distraído jugando, o haya esperado a que no haya nadie
hablando para tomar la palabra.
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